miércoles, 18 de marzo de 2015

Justicia Transicional – Black Mirror: The Entire History of You

Verónica Orrego Montoya. CC: 1214719404

Según el International Center for Transisional Justice, la justicia transicional es el conjunto de medidas judiciales y políticas que diversos países han utilizado como reparación por las violaciones masivas de derechos humanos. Entre ellas figuran las acciones penales, las comisiones de la verdad, los programas de reparación y diversas reformas institucionales.

La justicia transicional no es un tipo especial de justicia sino una forma de abordarla en épocas de transición desde una situación de conflicto o de represión por parte del Estado. Al tratar de conseguir la rendición de cuentas y la reparación de las víctimas, la justicia transicional proporciona a las víctimas el reconocimiento de sus derechos, fomentando la confianza ciudadana y fortaleciendo el Estado de derecho. Cuando se cometen violaciones masivas a los derechos humanos, o crímenes de lesa humanidad, o crímenes de guerra, etc., las víctimas tienen el derecho, oficialmente reconocido, a ver castigados a los autores de los crímenes cometidos, a conocer la verdad y ser reparadas.

Las violaciones de los derechos humanos no afectan solo a las víctimas directas sino también a la sociedad como es el caso colombiano, con el conflicto armado. Es por esto, que el Estado debe asegurar que las violaciones no vuelvan a suceder y en la misma medida reparar las instituciones que estuvieron implicadas en esos hechos o que no fueron capaces de impedirlos. “Las sociedades que no se enfrentan a las violaciones masivas de los derechos humanos suelen quedar divididas, generándose desconfianza entre diferentes grupos y frente a las instituciones públicas y obstaculizándose o haciéndose más lentas las mejoras en materia de seguridad y desarrollo. Esa situación pone en cuestión el compromiso con el Estado de derecho y, en última instancia, puede conducir a la repetición cíclica de diversos actos de violencia”.

Es por esto, que la sociedad colombiana se encuentra dividida, hay quienes apoyan y creen firmemente el proceso de paz que se está realizando en La Habana, y hay otros que se niegan rotundamente a aceptar dicho tratado pues les parece inaceptable que los crímenes cometidos por las FARC durante más de medio siglo queden impunes.

Pero, ¿cómo pedirle a un país entero que olvide todo el sufrimiento, la muerte, el dolor que los grupos armados ha ocasionado durante tanto tiempo y que ha hecho tanto daño? Para nadie es fácil responder esta pregunta, ni para las víctimas directas de este conflicto ni para la sociedad que se ha visto afectada indirectamente. Lo que si se debe reconocer, es que en los últimos 3 años que han ocurrido desde que iniciaron estos diálogos ha habido más avances que en los de 50 años que lleva de duración este conflicto, el gobierno está comprometido con las víctimas, se pretende crear una comisión de la verdad donde  la información sea recogida, analizada y se publique las graves violaciones de derechos humanos y vulneraciones del derecho humanitario internacional cometidas por todos los sectores armados en Colombia.

Esta comisión de la verdad, sería muy útil ya que las victimas podrían hablar de todas las vulneraciones que les han sido cometidas, de cierta manera podrían desahogarse y ser reparadas.
Respecto al episodio de Black Mirror, Liam al asistir a una reunión con amigos y su esposa, se despierta en él una pequeña sospecha de que su esposa le es infiel. Comienza a buscar y buscar pruebas en acontecimientos del pasado, ya que puede acceder a ellos sin ningún problema, gracias al grano que tiene implantado en su cabeza que le permite almacenar toda su vida. Finalmente, y como dice el dicho, el que busca encuentra,  se da cuenta que sus sospechas son ciertas, y que su esposa lo engañaba con otro hombre, y que incluso su hijo podría no ser suyo. Al enfrentar su realidad y haber perdido su familia, Liam decide sacarse el grano de su cabeza, para no volver a recordar todos los hechos tan dolorosos que tuvo que ver seguir adelante con su vida.

Sería entonces posible establecer una analogía, entre el capítulo de Black Mirror y la realidad que viven hoy en día las personas que se les han vulnerado los derechos humanos, desde el punto de vista en que a veces lo más sano para una sociedad es olvidar, para poder seguir adelante, cuando éstas tragedias no son olvidadas y perdonadas, lo más posible es que la misma historia se siga repitiendo cíclicamente y que los sentimientos de odio, rencor, rabia nunca sanen. Así como lo hizo Liam, él no pudo evitar el sufrimiento y el dolor que sintió al darse cuenta del engaño de su esposa, pero lo que si decidió evitar fue seguir recordándolo, porque seguir rebobinando sus recuerdos no iba a cambiar la realidad a la que se debía afrontar de ahora en adelante y recordar todo sería no perdonar nada y no aliviarse.

Recordar no constituye precisamente un acto de justicia, nos condena a sentir el dolor de nuestras heridas y la amargura de nuestro resentimiento histórico y esto para nada ayuda a crear una paz duradera, como lo es el caso colombiano. Recordar y perpetuar un hecho marcado por la violencia y el dolor lo único que hace es enardecer las guerras. Una sociedad tiene la inevitable necesidad de olvidar. Casos como el de El Salvador, el genocidio en Ruanda, la guerra en Yugoslavia, afirman que una sociedad debe perdonar y seguir adelante, para que el país evolucione y salga de ese círculo que solo hace daño.

La paz verdadera se alcanza en esa forma de olvido que sigue a la aplicación relativa de la justicia y a la exposición y aceptación de la verdad. Es en este punto donde entraría a jugar un papel muy importante las comisiones de la verdad para que las personas víctimas afronten sus victimarios, de cierta manera esto comprendería una sanación para quienes han tenido que sufrir tanto para finalmente conseguir ese perdón que permitirá que la sociedad siga adelante.

“Hay poderosos argumentos para sostener que lo que garantiza la salud de las sociedades y de los individuos no es su capacidad para recordar sino su capacidad para finalmente olvidar”. Rieff.

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