viernes, 20 de marzo de 2015

El Circo descripción estética


Santiago Reyes Sánchez C.C1017199943

Botero evoca  una inolvidable experiencia de su niñez en una amplia gama de representaciones circenses interpretadas por sus irrefutables gordos, en esta exposición los colores vivos y primarios toman un protagonismo evidente formando en conjunto un paisaje bastante vivido y pintoresco. Las detalladas descripciones de los oficios ayudan también a nutrir el panorama de los personajes más característicos del circo, animales salvajes, trajes de gala y trusas ajustadas fortalecen en el espectador el evidente imaginario del entretenimiento circense. Junto a esto una considerable cantidad de Pierrots con la mirada extraviada le sirven  de acento a la colorida sala, mientras que unos ambientan con una insonora melodía, otros simplemente posan cuan estatuas entre las acciones de sus colegas artísticos.





Es  entonces la obra de Botero una propuesta ligera y alegre que contrasta con sus obras anteriores y casualmente con el ambiente del centro de la ciudad, una interesante propuesta con intenciones un poco didácticas (como la inauguración y los recortes/disfraces para que los visitantes se fotografíen), y que a su vez generan en el público aires, más que artísticos, de entretenimiento, y esto como propuesta cultural en una olvidada escena local, funciona perfectamente





Reiterando en el abandono del belicismo tan latente en el maestro Fernando Botero, la concepción de una exposición  retratada por sus tan alabados y polemizados “gordos” presente a su vez una nueva temática artística y un momentáneo (?) respiro en sus concepciones estéticas abordando temáticas más digeribles y agradables en un público general. A pesar de la imagen de perezoso y facilista que sus detractores pretenden promulgar, Fernando Botero ha encontrado un estilo y le ha sido fiel a este, por ello el aclamado artista plástico, por lo visto, continuara adornando sus mundos con gordos y gordas.



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