BLACK MIRROR
“THE ENTIRE HISTORY OF YOU”
Ana María Pino
Restrepo
La tecnología nos ha abierto puertas, ha sido una
herramienta que ha permitido la supervivencia pues esta nos ha posibilitado
comunicarnos a través de todo el mundo en solo segundos aunque en otros casos
ha llevado a la conquista de otros pueblos y a la destrucción del planeta. A
ésta le debemos que sigamos siendo esclavos; y no le basta con intervenir en
aspectos sociales, ahora, son muchos los científicos que buscan manipular las
posibilidades alcanzadas por la memoria de los humanos (las cuales no son del
todo conocidas) por medio de experimentos tecnológicos y lo más desconcertante
es que ya han logrado alterar los recuerdos.

Por otro lado, existe un aspecto muy interesante y amplio desde el cual se puede abordar la
problemática vivida en ésta serie. La justicia transicional, como forma de
abordar la justicia desde una situación de conflicto o de represión, la cual
proporciona a los implicados el reconocimiento de sus derechos. Sin embargo,
surge un cuestionamiento en torno a este tema, ¿realmente vale la pena recordar
y hacer pagar al presente por hechos pasados?, para dar una respuesta clara es
importante tener en cuenta los aportes realizados por David Rieff en su libro “Contra la memoria” donde en primera
instancia argumenta que si las implicaciones de la rememoración siempre fueran
positivas seria innecesario ir en contra de ellas, pero esto no es lo que se ha
observado durante la historia, donde el hecho de recordar nos ha arrojado más a
la guerra que a la paz, más al rencor que al perdón, más a la intranquilidad
que a la felicidad; por tal motivo se cuestiona tanto la idea de querer vivir
en un pasado que no regresará y por ende no podrá ser cambiado; como dice una
conocida frase de la vida “No des vueltas
al pasado, pues no lo puedes cambia,, que no te agobie el futuro, pues no sabes
si llegará, disfruta del presente, no lo dejes escapar, porque cuando se vaya,
jamás regresará”.
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Tratando un poco el tema del
victimismo, hay que darle importancia a las consecuencias que tiene el recordar
en las personas heridas. Estas penas se fortalecen con cada una de las imágenes
que pasan y repasa la memoria. Socialmente y en el ámbito interpersonal no hay
nada más peligroso que una persona dolida que se sienta víctima de la situación,
como dice aquélla frase “El pasado es lo
que recuerdas, lo que imaginas recordar, lo que te convences en recordar o lo
que pretendes recordar” .Dicho esto es claro que cada persona maneja sus
recuerdos a su parecer, lo que se convierte en una arma de doble filo por el
mismo hecho de deformación de la información por parte de los individuos.
Finalmente, y como Rieff lo
menciona, es claro que el olvido no ocurre inmediatamente, pues no es fácil
llegar a este estado, sin embargo, lográndolo se podrían mejorar los
resentimientos, se encontraría la tranquilidad, no solo en lo personal sino
también aplicado a las demás problemáticas existentes en la sociedad. Un
ejemplo claro de ello se ve en Colombia, donde el recuerdo de los sucesos
violentos, la mayoría vividos a finales del siglo XX, no han dejado progresar
procesos que van en pro de un mejor presente y pretenden enterrar un pasado que
solo lastima la herida de los que fueron víctimas.
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