Una obra maestra del cine de principios de siglos que a raíz de la
desmedida industrialización y la gran expansión de las fábricas de las zonas
industrializadas, critica desde el humor satírico el obrar de cada persona,
donde las personas se empiezan a mostrar como animales, como máquinas de
producir que simplemente van de un sitio a otro, con una tarea predestinada,
como mecanizan a los seres humanos de tal manera que pierde su identidad.
Nos encontramos entonces en un momento coyuntural para la
estructura de las organizaciones, en el cual había un cambio intempestivo, de
toda la sociedad en general, que dejaba de pensar en lo agro y lo micro para pasar a las
grandes factorías, de esa misma sociedad que pasa de un cultivo a una producción
en masa, impacto gigante no solo a nivel productivo, sino a nivel cultural en
general, las personas se vuelcan a las urbes, uniendo y cambiando costumbres de
todo tipo, allí donde dejaba solo el hombre de trabajar en labores fuertes, y
pasaba prácticamente toda la familia a acompañarlo, mujeres, niños, todos a la factoría,
lo que se necesita es gente, gente que mueva la nueva producción, y que
produzca al máximo, ya que el máximo se vende.
Haciendo entonces una lectura de esto, Chaplin, por medio de
tiempos modernos, ataca la tarea repetitiva, ataca la sociedad de animales,
ataca la sociedad de grandes pensadores del tema, como Taylor y Fayol, que de
hecho aún sigue teniendo campo lastimosamente, tratando de humanizar la tarea, tratando de
una u otra manera mostrar como todas las personas sienten, piensan, actúan e interactúan,
como ninguna maquina podría hacerlo, no somos maquinas, no somos hechos solo para producir, lastimosamente, como dicen por ahí hasta el día de hoy “somos de
carne, pero debemos vivir como si fuéramos de hierro”
Mauricio Acevedo Agudelo
C.C.: 1152203320
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