El porqué de la historia, la historia social y la contracultura.
Verónica Orrego Montoya. CC: 1214719404
Podemos definir la historia como la ciencia que tiene como objeto el estudio del pasado de la humanidad y como método el propio de las ciencias sociales. Historia, en el lenguaje usual, es la narración de
cualquier suceso, incluso de sucesos imaginarios y de mentiras; sea su
propósito el engaño, el placer estético o cualquier otro. Por medio de la
historia y a través de ésta podemos
averiguar los hechos y procesos que ocurrieron y se desarrollaron en el pasado
e interpretarlos, pero lo que los académicos y sobre todo los historiadores no
tienen en cuenta al momento de desarrollar sus teorías es que la historia se
construye día a día, es decir que no sólo se le debe dar relevancia a los
hechos que transcurrieron antes de nuestro tiempo, sino que en este preciso
momento se está construyendo historia.
El concepto de historia es universal y envuelve todas las
ideologías y pensamientos que existen y que han ayudado a crear el mundo en el
que vivimos, se hace preciso entonces entrar en el debate de si la historia en
su esencia es social o simplemente el factor social hace parte de un campo
específico que estudia la historia como tantos otros que existen. "No hay historia económica y social
porque se acabó y se fue. Hay la historia sin más, en su unidad. La historia
que es por definición absolutamente social". (Febvre).
Desde mi punto de vista tiene más validez la tesis que apoya
la idea de que la historia en sí es social y que ésta sólo cambia según el
punto de vista que cada persona le quiera dar y según el énfasis que el autor
quiera plasmar en ella. Es decir, cada historia tiene un componente
fundamental, ya sea político, social, cultural, filosófico, religioso, etc.; y
esto ha sido desde el comienzo de la historia misma, cualquier historia, ya sea
la historia que conocemos sobre la colonización de América, porque fue un hecho
que marcó el devenir de la sociedad existente hoy en América Latina o la de un
hombre llamado Mahatma Gandhi que hizo historia al liberar a la India de los
ingleses sin utilizar ningún tipo de armas o violencia. Entonces una historia
puede abarcar un continente entero o puede empezar desde una sola persona que
se atrevió a pensar diferente y que tuvo la valentía de convencer a los demás
de cambiar su propia historia.
Todos estos relatos construyen lo que es el mundo hoy en día
y cómo ha evolucionado la humanidad. Es esto precisamente lo que la convierte
en historia social sin importar el foco desde el cual se analice, el componente
humano, que es finalmente el que la transforma en social, porque cada individuo
hace parte fundamental de una sociedad y dependiendo de cómo se desenvuelva en
ésta decide crear su historia, individual o colectivamente.
Por otro lado, cuando se habla de que la subjetividad es una
parte muy importante de la historia, puede que esto no sea del todo cierto, puesto
que la subjetividad puede nublar de cierto modo cómo un hecho ha ocurrido
realmente, un claro ejemplo de esto, es que, la historia siempre es contada por
el ganador, entrando el ego a jugar un papel importante allí, y si la historia
la cuenta el ganador, esto quiere decir que existe otra historia. Así que es
preciso conocer los diferentes lados de una misma historia, para conocer
realmente que ocurrió y descubrir la verdad para que dicha historia tenga validez
y pueda formar parte del devenir de una sociedad.
El siglo XX aunque en general se destacó por sus mejoras
sociales y una mayor consideración con los pobres por parte de los gobiernos, ha
estado dominado por las dos peores guerras que hayan existido, la ametralladora,
el tanque, el bombardero B-52, la bomba nuclear y, por último, el misil. Se ha caracterizado
por las guerras más sangrientas y destructivas de toda la historia. Es, por
tanto, muy discutible calificarlo en realidad como un siglo donde se alcanzó
uno de los mayores progreso en la historia de la humanidad.
A raíz de esto es que comenzaron a surgir estos movimientos
de contracultura y underground como lo fue el movimiento hippie en los años 60
y el nacimiento del rock, que nacieron como una respuesta y una contestación a
toda esta ola de violencia e injusticias que surgieron como consecuencias de
todas estas guerras, que lo único que hacían era dejarle el poder a las élites
del mundo, y empobrecer cada vez más a las sociedades menos favorecidas o menos
desarrolladas, y por otro lado desprenderse de una sociedad sumergida en el
consumismo, la producción y el trabajo que es el medio para poder realizar
dicho consumo que de una u otra forma va a privar a las personas de su libertad.
Toda esta contracultura constituye una pragmática ética que
se enfrenta a la modernidad y lo que pretende es derribar sus bases. Pero todos
estos movimientos que se han creado no son de este siglo que apenas pasó, sino
que vienen desde tiempos muy antiguos, como lo fue por ejemplo la revolución francesa
en el siglo XVI que se dio a raíz de los problemas políticos que existían, se
tumbó el feudalismo, Luis XVI fue asesinado, y la figura de rey ya no sería más
la reinante, sino que la burguesía pasaría a formar parte muy importante en la
gobernanza de Francia y otro países de Europa que se le sumaron.
También lo fue el Renacimiento, que dio comienzo a la edad
moderna, se le quitó el poder a la iglesia de gobernar, y se salió del
oscurantismo que pasaba la humanidad y que fue un retroceso por varios siglos, a
través de esto, las artes y las ciencias resurgieron nuevamente.
Para finalizar, es necesario que nosotros los jóvenes tomemos
conciencia de todos los hechos que pasan a nuestro alrededor, que en algunos
años serán la historia que le vamos a contar a nuestras generaciones, que no se
repita la historia, por el contrario tengamos los valores y la ética para
contestar a las tragedias, guerras e injusticias que salen a diario en los
diarios, en las noticias, y en la tv, tomar como ejemplo los movimientos de
contracultura que más que un episodio histórico casi efímero, envuelve toda una
visión del mundo que está ahí, y que siempre estará paralela a la historia y la
cultura, solo tenemos que abrir los ojos y estar atentos si en verdad queremos
lograr un cambio contundente en la historia.
"Pueblo que no
sabe su historia es pueblo condenado a irrevocable muerte. Puede producir
brillantes individualidades aisladas, rasgos de pasión de ingenio y hasta de
género, y serán como relámpagos que acrecentará más y más la lobreguez de la
noche”.
Marcelino Menéndez
Pelayo.
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