Además, como ya se mencionó, el
FMI es alabado como promotor de ‘libre comercio’, pero en verdad ese libre
comercio no es tan beneficioso, aquí, los países medianamente desarrollados no
son competencia para las grandes industrias, y es este el punto donde los
pequeños países son devorados ferozmente por las grandes potencias, puesto que
no tienen capacidad para competirles, o siquiera hacerles sombra. El FMI
aprovecha esos mercados abiertos para estandarizarlos, donde puede controlar
los precios y el dinero, incluso poniendo los productos lo más caro posible.
Gran parte de la pobreza en el mundo se la debemos al FMI y al Banco Mundial,
entidades que tienen a la mayoría de las naciones pagándoles una deuda externa
interminable (deuda externa que es uno de los componentes de salidas de capital
más importantes de África, Asia y Latinoamérica), deuda externa que en tiempos
de crisis económica, como la actual, se incrementan con los préstamos que éstas
entidades efectúan a tasas muy altas. Toda esta generación de deuda externa por
parte de los países da pie a conflictos internos y revueltas, puesto que los
países son incapaces de cubrir las necesidades básicas de las personas, ante
esto las personas acuden a los créditos como manera de solucionar su solvencia
económica, puesto que, en ocasiones, las naciones no alcanzan a suplir las
necesidades básicas de las personas.
Además de generar deudas
interminables, el Banco Mundial (BM) continúa fomentando la adicción mundial a
los combustibles fósiles. A pesar de que el sector energético mundial es
responsable por la mayor parte de las emisiones de gases de efecto invernadero,
los préstamos al sector energético del BM para combustibles fósiles se
duplicaron, proporcionando aproximadamente US$1000 millones en proyectos
relacionados con el carbón. Durante el año fiscal 2008, el Grupo del Banco
Mundial aumentó el financiamiento destinado a combustibles fósiles en un 102%.
Solo el 11% otorga para la energía renovable. El BM participa, por ejemplo, en
el desarrollo del yacimiento petrolífero mar adentro Jubilee (Ghana), o la
expansión de Eskom, la compañía energética sudafricana más contaminante. Eskom
suministra el 95% de la electricidad en Sudáfrica, de la cual el 90% se genera
con carbón. (Tomado de http://www.ecologistasenaccion.org/article14317.html, en Marzo 2 de 2015).
La lucha contra el cambio
climático y el calentamiento global se hacen imposibles cuando no se cesa de
explotar el mundo para conseguir los combustibles fósiles, y la mayoría del
dinero que se invierte en este tipo de acciones, proviene tanto del Banco
Mundial como del FMI; esto representa muy bien lo que estos entes son, puesto
que en realidad nos están destruyendo.
También podemos hablar de nuestra
crisis colombiana gracias a estas entidades, puesto que nuestra deuda externa
es ‘impagable’, nuestros impuestos altísimos, nuestro salario mínimo es una
miseria, nuestros obreros son una clase muy, muy baja y tienen que acudir casi
que como obligación al sistema financiero para poder sobrevivir, puesto que
nuestra amada patria no suple las necesidades básicas de las personas. Nuestro
comercio tiene más exportaciones que importaciones, nuestros tratados de libre
comercio nos han llenado de mercancías más baratas que están destruyendo
nuestras pequeñas y medianas empresas, pues no tienen forma de competir con las
grandes empresas, tirando nuestra economía abajo, aumentando nuestra tasa de
desempleados.
Juan Andrés Posada Sanmartín
David Betancur Ramírez
Juan Emmanuel Zuluaga Salazar
No hay comentarios:
Publicar un comentario